El tiburón blanco es uno de los depredadores más temidos y respetados del océano. Puede alcanzar longitudes de hasta 6 metros y pesar más de 2 toneladas. Su cuerpo hidrodinámico y sus poderosas mandíbulas lo convierten en un cazador perfecto.
Los tiburones blancos habitan en aguas templadas y tropicales de todos los océanos. Son conocidos por sus migraciones de larga distancia, pudiendo recorrer miles de kilómetros. Prefieren aguas costeras donde abundan sus presas favoritas como focas y leones marinos.
Su dentadura es impresionante: poseen hasta 300 dientes triangulares y serrados dispuestos en varias filas. Cuando pierden un diente, otro toma su lugar rápidamente. Esta regeneración constante les permite mantener su capacidad de caza durante toda su vida.
Los tiburones blancos son ovovivíparos, lo que significa que los huevos se desarrollan dentro de la madre. Las crías nacen completamente formadas y miden entre 1.2 y 1.5 metros. Desde el momento del nacimiento, son cazadores independientes y capaces.